Me alegraría de Otra Muerte – Chinua Achebe.
Es genial cuando uno consigue un libro que no es solo uno sino varios. Trilogía Africana contiene tanto el que me acabo de leer –Todo se Desmorona-. como el que vengo de leer –Me Alegraría de Otra Muerte– y el que estoy leyendo –La Flecha de Dios. Y sí, es cierto, Achebe es una cosa especial, su prosa cautiva, y la mezcla de dichos, con anécdotas, con símiles, que en teoría lo que quieren traer a colación es la tradicionalidad de las sociedades nigerianas: su apego con el pasado, con la historia, con el conocimiento no individual sino colectivo. Todo esto vuelve la lectura de sus libros un viaje inigualable. Desde hace mucho no me entretenía de esta manera con un mismo autor, me había pasado con Kafka. ¡Achebe es un escritor genial!
Ahora, las historias que cuenta…
Mientras con Todo se Desmorona el habla de la llegada, la reciente llegada de los blancos –los ingleses- al territorio de los Igbo, en Me Alegraría de Otra Muerte la descolonización está a la vuelta de la esquina. La historia trata uno de los problemas que parecen ser endémicos de las sociedades del Tercer Mundo: la corrupción de los funcionarios públicos. Pero este libro lo toma desde una óptica sumamente diferente: cómo el desapego a las tradiciones y a la comunidad -con jóvenes enfocados en el éxito promovido por las sociedades occidentales- lleva a las personas a un vacío ético y moral impactante.
Es un libro que hay que leer. Más porque el protagonista de la historia, un antihéroe, es un nieto de Okwongo el héroe de la primera novela. Mientras que su abuelo hizo cuanto pudo por defender lo que le era conocido, este joven, arrastrado por un nuevo estilo de vida, dejó que las circunstancias tomaran control de su vida, y terminó, pues…
Tengo que conseguir Termiteros de la Sabana, pero en inglés.
- “La melancolía de la edad adulta surge de nuestra experiencia dual de que, por una parte, nuestra confianza juvenil en una voz interior que ha menguado o desaparecido, y, por otra, el mundo exterior cuyas normas pretendemos aprender nunca nos hablará con una voz que nos guíe en nuestro camino y dicte nuestros objetivos.” –Prólogo de Marta Sofía López (cita de G. Lukacs) (pág. 218)
- Canción: “Quien tiene un hermano, que lo conserve cerca del corazón, porque un pariente no se compra en el mercado, ni se compra un hermano con dinero. […] quien tiene hermanos tiene algo que la riqueza no puede comprar” (pág. 353)
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