Aléxandros: El Confín del Mundo
– Valerio Massimo Manfredi.
Este libro es una despedida.
La despedida de un personaje legendario a quien a lo largo de tres libros había aprendido a querer y a admirar. Esto no es ninguna revelación: Alejandro muere. Cualquiera que sea humano ya sabe que quien vive ha de morir. Los amantes de la historia saben bien lo que vendrá después -añadir pausa cargada de suspenso.
Manfredi nos presentó a un Alejandro con unas ansias desbordadas de exploración. Supuestamente un personaje con una curiosidad ilimitada. Un Alejandro Magno que lloró a las orillas del río Indo por no poder avanzar más. Un rey guerrero que se adentró en territorio de los Escitas y hasta en los bordes de la India. Que nunca fue derrotado. Según Manfredi, Alejandro Magno fue detenido tan solo por su mismo ejército. Libros de historia corroborarán esto.
¿¡No es increíble!? Qué magníficas hazañas las que están contenidas en esta historia. Una novela que sugiere que todo se puede alcanzar con tan solo proponérselo y trabajar por ello: pasión, deseo y fuerza como la receta para el éxito. Qué tan lejos está esto de la realidad. Alejandro llegó al mundo con un sinnúmero de beneficios que hoy llamamos privilegios: heredó una fortuna, fue hecho comandante de un ejército que alguien más había profesionalizado, fue un hombre sin ningún impedimento físico, se enfrentó a un imperio Persa mal administrado. Sí, escribió la historia, pero casi que estaba comandado a hacerlo.
Tristemente, su único legado fue el ejercicio de la guerra. Alejandro pasó su vida en campaña. Su imagen y memoria han servido para glorificar el ejercicio sistemático de la violencia. Siempre en movimiento, desde su adolescencia en Grecia hasta cuándo inició su treintena en el Creciente Fértil. ¿Qué habría logrado si su interés hubiese sido otro? ¿Adónde lo habrían llevado sus privilegios? Pero, pensando en el sistema de valores dentro del cual nació: ¿podría haber hecho algo diferente? ¿Habría querido hacer algo diferente?
Ahora quiero leer un poco más sobre la Edad Dorada de Grecia. Por años Aristóteles me ha llamado mucho la atención. Desde cuando me enteré que fue tutor de Alejandro Magno, hasta cuando me comencé a cruzar con sus escritos -ensanduchado en la mitad está El Nombre de la Rosa de Umberto Eco. Pero, primero tengo que conseguir los libros. Por ahora leeré un poco sobre las puertas calientes, la batalla que supuestamente conservó la democracia ateniense.
Los Diádocos, Aristóteles y Las Termópilas, sobre esto quiero leer. Sobre esto y sobre Abdalonimos, ¡el jardinero rey! También Hay tantos libros pendientes…
Bibliografía:
- Aléxandros: El Confín del Mundo
- Valerio Massimo Manfredi.
- Editorial Grijalbo.
- 1999
- 400 páginas
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