Mucho me he pasado leyendo libros que aparecen en La Lista. Mucho tiempo he pasado intentando conseguirlos. Mucho me he pasado encontrando vacíos. Mucho más he deseado expandirla para incluir no ficción…
Siempre con una pregunta: ¿cómo sería Mi Lista?
De entrada, para mí esta lista es en esencia aristocrática, o al menos técnicosa, y algo sesgada en torno a nacionalidad -y a la experiencia material que determinada nacionalidad permite. ¿Cómo la hicieron? Primero, el equipo editorial de este periódico hizo una lista, después la recortaron hasta llegar a mil títulos. Luego, fue revisada por un ‘panel de críticos y expertos’ -quienes seguramente prefirieron el canon al que están acostumbrados y que les da su experticia. Ahí ya hay suficiente para terminar con una lista algo cerrada, dónde se favorecen idiomas, geografías, autores, experiencias…
Ésta bien podría ser la lista de Occidente: clásicos del centro con curiosidades de la periferia. El resultado siendo que los libros allí indicados sean leídos y comentados nuevamente. Se vuelve así una fachada por medio de la cual la dominación se repite y reafirma. Es necesario ‘provincializar’ el conocimiento Europeo (ver Dipesh Chakrabarty), ver sus pretensiones de universalidad como lo que son: una aspiración, un anhelo. ¡De lo contrario arriesgamos repetición! Esta no es ninguna lista definitiva. Un título más acorde sería Los Mil Libros que Debes Leer si naciste en Inglaterra, o cerca, en el último tercio del siglo XX. Sin embargo, el desglose serio de la Lista, analizando autores géneros, idiomas, nacionalidades, ¡ese vendrá en breve!
¿Para qué hacer una lista? Esta lista original quería entretenimiento, quería que cualquiera pudiera escoger un libro de los allí señalados, quería demostrar que es posible leer 1000 novelas en la vida, si “uno empieza a los 8 leyendo un libro al mes, dos en las fiestas, y termina a los 85”. 13 libros al año durante 77 años… ¡Ese es un ritmo de lectura inaceptable! Bueno, si uno se propone leer 1000 libros en 10 años. El año pasado leí 16, estuve cerca… Estos son objetivos que comparto: los libros entretienen (y en diferentes formas), cualquiera puede leer (y debería) y leer es un hábito de toda la vida. Sin embargo, esta lista no me satisface.
¿Cómo más se podría construir una lista de las mil novelas que hay que leer? Una opción, por ejemplo, es buscar 500 libros escritos por mujeres y otros 500 por hombres. Sería un ejercicio singular, pero ¿se lograría así justicia y pluralidad de voces? ¿Qué pasa con los no-binarios y su experiencia? ¿Y si en determinado momento hay más mujeres que hombres, no es mejor ser representativo con la construcción de esa Lista? Ahora, ¿de dónde escoger esas personas?
Entonces, más que paridad, qué pasa si pensamos en representatividad; de esta manera se pueden incluir voces más diversas. ¿Podemos hacer esto siguiendo la geografía? ¿Mirando los mapas y buscando los Estados Nación reconocidos? Eso llevaría a dividir los 1000 entre 200 y algo. Si a cada uno damos el mismo monto tendríamos 5 libros por país. ¿Y qué con países con más de una nación? Rayos, ¡yo quiero leer también sobre y de los Ojibwe y los Sicilianos! ¿Qué tal si se hace por población? Distribuyendo los 1000 en función de la población mundial: 110 libros para Europa, 140 para toda América, 150 para África, y ¡600 de Asia! Se haría mucha justicia, pero, ¿cómo repartir en cada continente? Estados Unidos se llevaría de nuevo un montón de cupos. Ahora, ¿y si se escogen los libros en función del idioma en el cuál fueron escritos? Qué cool sería: 120 libros tendrían que haber sido originalmente en Mandarín, 60 en Español, 50 en inglés, 40 en Hindi, 30 en Árabe, y ¿los demás…?
¡Qué interesantes serían cada una de estas listas! Qué difícil sería construir cada una de ellas. ¿Sería posible construir listas en función de género, país, población por continente, e idioma? ¿Qué tan diferentes serían estas listas?
¿Cuándo? ¿Dónde ¿Quién? Son preguntas sumamente importantes que se deben ir teniendo en cuenta pues irán imprimiendo en los resultados de cualquier recomendación literaria. Un momento específico inclina a las personas a leer más sobre unos temas que otros -incluso con las novelas. Solamente es pensar en el impacto de eventos, como una elección sobre las compras de libros; también las películas (soy culpable de leer El Señor de los Anillos después de ver la película), series e incluso las tecnologías modifican qué se lee. Un contexto geográfico determinado -el caso de un periódico inglés– es también crucial para entender varias cosas: cómo es el acceso a la información, cómo es la cultura literaria, sí existe (o no) un sistema público de préstamo de libros.
Yo me encuentro lentamente respondiendo a la pregunta “¿cómo sería una Lista de los 1000 libros que hay que leer?” Tengo propósitos, la respuesta a ‘¿para qué hacerlo?’, es mi interés ser lo más plural posible: usar esta plataforma para ampliar los nombres presentes en la literatura universal. La idea (en última instancia) es diversificar la política, quién es leído y quién lee, con qué mirada -todos son problemas de poder. En la era de la información digital es un sinsentido que los autores más leídos sigan siendo del Norte; así como que siga siendo tan fuerte la presencia masculina. También hay otros problemas como el acceso a los medios para acceder la información digital -que en últimas es lo mismo que acceso desigual al capital y las oportunidades- que dejan entrever cómo también en el mundo de los libros se ve la desigualdad en la que vivimos. Aunque no sabría cómo encarar esto por medio de mi lectura, ¿activismo literario?
Ahora, ¿por qué lo hago? Primero, obviamente, para entretenerme. Leer es mi pasatiempo favorito, y, quiero seguir haciéndolo. Pero, me he venido aburriendo de las repeticiones en autores, en problemas, en paisajes, en miradas. Afortunadamente, mi dónde ha venido cambiando con los años, lo que me ha permitido acceder a diferentes experiencias, personas y eventualmente libros que espero se vean reflejados en la lista que salga de acá.
Esta no es ninguna lista definitiva; es más, no debería haber ‘una lista definitiva’. Toda lista debe ser orgánica, mutable, creciendo y cambiando en función de las experiencias de vida, personas encontradas, e incluso lo que pase en el mundo. Creer que es posible fijar una lista de libros y recomendar a la gente a leerla es pedir que el ahora quede fijo; que el presente se vuelva futuro y eventualmente pasado. Eso, es absurdo.
La pregunta no es cómo sería mi lista, sino cómo está siendo Mi Lista. Mi lista no está siendo objetiva, no soy ningún experto que mira con distancia, sino que tiene mucho sentido para mí y mi vida. Mi Lista es más que novelas, incluye no ficción, historia, política, filosofía, auto ayuda. Mi Lista tiene más de títulos en español que en inglés -y ojalá traiga otros idiomas. Espero que en unos años Mi Lista tenga montones de nombres de mujeres, personas de color, comunidades indígenas y personas del Sur Global. Nada de esto la hará definitiva. Supongo que una lista de libros tiene sentido en un contexto determinado. No pretendo llevar a nadie a leer nada en específico, sino a leer más, mucho más, y a recoger el camino andado. Poco a poco se está volviendo algo así como una biografía a través de libros.
Bibliografía:
- Good Magazine. «If the World Were 100 people». En TEDEd, extraído de la red virtual de: https://ed.ted.com/best_of_web/5rhHgDwh
- Oltermann, P. (Jan. 23, 2009). “Choosing 1000 Novels To Read Before You Die”. The Guardian, visitado por última vez el 6 de Enero de 2020, extraído de la red virtual de: https://www.theguardian.com/books/booksblog/2009/jan/23/best-list-novels-1000-explained
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