El Lobo Estepario – Hermann Hesse.

El hombre poderoso en el poder sucumbre; el hombre del dinero, en el dinero; el servil y humilde, en el servicio; el que busca placer, en los placeres. Y así sucumbió el lobo estepario en su independencia.” (pág. 64)

91. El Lobo Estepario – Hermann Hesse.

Al leer uno de los libros de Hesse, cualquiera, el que uno escoja, siempre va el lector a encontrar algo, una constante a sus obras: todas están bellísimamente escritas. Éste es ya el cuarto libro de Hesse que he leído. Todo empezó con Narciso y Goldmundo, luego vino Demián, y continúe con Siddharta. Hoy, tras leer El Lobo Estepario, uno de los libros que desde hace más tiempo ansiaba leer de La Lista, quedo con la misma impresión de este autor: su prosa es espectacular.

Hesse tiene algo, algo que también he visto con Saramago, sus oraciones están tan meditadas, tan bien pensadas. Tienen cada una una finalidad tal y una relación tal con la narrativa, el texto y la temática abordada, que cada dos por tres encuentra uno una frase memorable. Ahora bien, esas frases se vuelven todavía más emblemáticas cuando los temas tratados son relacionados al espíritu y la experiencia humana, tal como sucede en el caso de Hermann Hesse. Temas como el individuo, la alienación de la modernidad, el paso de los años, la vida y la muerte, la personalidad, la relación con otros, y más, son abordados en esta novela.

“Porque esto es lo que yo más odiaba, detestaba y maldecía principalmente en mi fuero interno: esta autosatisfacción, esta salud y comodidad. Este cuidado optimismo del burgués, esta bien alimentada y próspera disciplina de todo lo mediocre, normal y corriente.” (pág. 38)

Dentro de las novelas que he logrado leer, Hesse aborda distintos aspectos de esta complicada experiencia humana, El Lobo Estepario no es ninguna excepción. En este caso aborda la vida de un singular, individual y solitario individuo, Harry, pero, que se refiere a sí mismo precisamente como Lobo Estepario. Contará sus andanzas codeándose con el resto de la humanidad, una masa hacia la cual él no siente mayor relación –ni mucho menos aprecio. Pero, a través de un amor inesperado logrará experimentar facetas de la experiencia, y de sí, que no había llegado a atender. La transformación del Lobo es tremenda, su interacción con otros, sus pensamientos, ideas, se ven alteradas drásticamente, demostrando como insiste la obra: que el ser humano no es una unidad, sino que es una multiplicad de ‘yos’ que interactúan y se interrelacionan… Este será un libro que me seguirá dando vueltas en la cabeza por bastante tiempo.

¡¿Cómo serán sus libros en alemán!? La lengua con la cual fueron originalmente escritos; eso, eso espero llegar a saberlo. Hace poco sostenía una conversación sobre traducciones –qué tipo de conversaciones tiene este tipo pensarán. La persona con la cual hablaba maneja tan solo el español, por lo que me dice: “una de mis principales preocupaciones es encontrar una buena traducción. Uno aprende a hacerlo. Pero, no siempre se encuentra con buenas cosas”.

En cambio, las traducciones al inglés abundan: casi todo libro está traducido a esta lengua. Leerlo, eso es una ventaja tremenda; hablarlo, eso ya es lujo. Pero, aquí nos encontramos con un problema central en nuestra geografía: conseguir libros es ya de entrada complicado, conseguirlos en otra lengua, eso es ya otro tema. Existen librerías especializadas en las grandes ciudades, pero, se concentran en literatura de mucho movimiento, o, en importaciones escolares… ¡Súper! Además, son bien costosos esos libros.

Hay otra especie de lector -dónde yo no me encuentro-, que es el lector-lector: aquel que solo lee sin reparos a la propiedad sobre los libros. En cambio, el lector-coleccionista se encuentra armando una biblioteca propia: la propiedad sobre los libros es para él un tema de mayor relevancia, para su propia identidad y autoimagen. ¡Qué bello sería encontrar más libros y en más idiomas! ¡Qué mejor sería poder leer esos libros en la lengua que fueron escritos! Lo haría con todos los libros que he leído, lo haría con todos los de La Lista. Pero, para eso hace falta tiempo, otro contexto, y, un dominio de más de idiomas… ¡Algún día!

Tienes razón, lobo estepario, mil veces razón, y, sin embargo, has de sucumbir. Para este mundo sencillo de hoy, cómodo y satisfecho con tan poco, eres tú demasiado exigente y hambriento; el mundo te rechaza, tienes para él una dimensión de más. El que hoy quiera vivir y alegrarse de su vida no ha de ser un hombre como tú ni como yo. El que en lugar de chinchín exija música, en lugar de placer alegría, en lugar de dinero alma, en vez de loca actividad verdadero trabajo, en vez de jugueteo pura pasión, para ése no es hogar este bonito mundo que padecemos…” (pág. 197)

Bibliografía:

  • Lobo Estepario
  • Herman Hesse
  • Alianza Editorial
  • Madrid
  • 1955 (pero, la mía es de 2016)
  • 283 páginas

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