El Legado de Mandela: 15 enseñanzas sobre la vida, el amor y el valor – Richard Stengel.
En torno a la imagen de Mandela –y casi que de todo líder mundial- me he encontrado con dos fenómenos.
El primero, la comercialización de su imagen. Es como si fueran figuras de acción: camisetas, libros, historietas. En el caso particular de Mandela me llama mucho la atención cómo el principal producto es su autobiografía –El Largo Camino Hacia la Libertad– y cómo los demás son acápites, comentarios, anexos, etc. a ella. Al menos esa ha sido mi experiencia con los libros sobre Mandela. Su autobiografía debería tener un comercial de televisión donde diga: “las demás figuras se venden por separado”.
El segundo, todos los líderes mundiales son santos. A algunos se les intenta ‘humanizar’ con unas ‘fallas pasables’; del estilo de esas mentiras que uno da en esa temida primera entrevista: “¿Cuáles son tus peores fallas?” A lo que uno responde: “demasiado organizado, cumplido, respetuoso”. El ejercicio es este: intentar pasar cualquier cualidad por defecto. ¡A mí eso me parece física basura! Por no decir ¡PURA MIERDA! Quiero leer un libro que verse sobre “el Mandela Criminal”, “El Mandela Oportunista”, o “Mandela sin principios”. Mi intención no es la derrocar su figura, ni atentar contra uno de los pocos hombres inspiradores que han ido quedando, sino todo lo contrario: hacerme una mejor imagen de su humanidad para así poder entender sus logros. Cada ser humano contiene dentro de sí todo lo bueno y malo de la humanidad; ¿cuál es el lío con aceptar esto?
Hombres y mujeres así hacen falta, nos hacen mucha falta: estamos inmersos en una crisis –creo que durante todas las épocas alguien(es) ha(n) dicho que estamos en medio del mierdero. ¡En particular acá en Colombia! ¡No hay para dónde mirar! Y eso, como nación, como proyecto, nos hace falta… ¿Será que es hora de levantarse y convertirse en ese ídolo/modelo del que este país carece? ¿Será? ¿No es nuestro rol pasar a la acción? ¿Será que va siendo hora no solo de tener nuestro Mandela, sino de convertirnos en él?
“Por único que pueda ser, él te diría que forma parte de una larga cadena de liderazgo, un continuo de aquellos que nos precedieron y los que nos sucederán, una cadena grande y poderosa formada por aquellos que luchan por ampliar la libertad humana.” (pág. 211)
Finalmente, este libro consiste en una serie de enseñanzas/aprendizajes que el Sr. Stengel –colaborador de Mandela en una autobiografía que no fue tan auto– fue aprendiendo a lo largo de los años en que trabajó con Mandela. A modo de resumen quiero traer las enseñanzas junto con las frases que más me resonaron.
- El Coraje no es la ausencia de miedo: “El mayor elogio que Mandela puede hacer de alguien a quien considera valiente es: ‘Hizo bien’. Y con eso no quiere decir que la persona sea un héroe espectacular ni que haya arriesgado su vida en una gran empresa, sino que, día tras día permaneció firme en circunstancias difíciles. Que, día tras día, se resistió a caer en el miedo y la angustia. Todos somos capaces de esa clase de coraje, y, afortunadamente, ese es el único coraje que, a la mayoría de nosotros, se nos pide demostrar.” (pág. 42)
- Sé mesurado: “No tengas prisa, diría él: piensa, analiza y después actúa.” (pág. 56)
- Liderar desde el frente.
- Liderar desde atrás: “Se daba cuenta de que una parte –una buena parte- del liderazgo es simbólica y de que él era un magnífico símbolo. Pero era consciente de que no podría estar siempre en la primera línea, y de que su gran objetivo podía extinguirse a menos que delegara en otros el liderazgo.” (pág. 75)“Mandela comprendía que nada te congracia tanto con alguien como pedirle ayuda; que cuando muestras deferencia hacia otros, aumentas su lealtad hacia ti.” (pág. 77)
- Meterse en el papel.
- Ten un principio esencial: “Las circunstancias más los principios determinan la estrategia.” (pág. 107)“Cuando las circunstancias cambian, tienes que cambiar la estrategia y la mentalidad. Eso no es indecisión, es pragmatismo.” (pág. 108)
- Piensa bien de los demás: “Aquello me demostró fundamentalmente que esos hombres no eran inhumanos, sino que la inhumanidad se les había exigido.” (pág. 115)“Él cree que si nos comportamos respetuosamente, incluso con aquellos que quizá no lo merezcan, podemos influir en que los demás se comporten de manera más respetuosa de lo que de otro modo habrían hecho.” (pág. 117)
- Conoce a tu enemigo: “No hay que dirigirse al cerebro de la gente, sino al corazón.” (pág. 127)
- Ten cerca de tus rivales.
- Saber cuándo decir NO.
- Es un juego largo.
- El amor es decisivo.
- Renunciar también es liderar.
- Siempre son ambas cosas: “Yo pregunté: ‘¿La moraleja de la historia es que no necesitas alejarte mucho para encontrar lo que estás buscando porque lo tienes justo delante? ¿O que a veces hay que tener una amplia experiencia y vastos conocimientos para poder apreciar lo que te rodea y te es más familiar?’. Se quedó pensativo, aintió y luego dijo: ‘No hay una sola interpretación. Las dos pueden ser válidas.’” (pág. 193)
- Busca tu propio huerto: “Lo principal es que cada uno necesita algo alejado del mundo que nos proporcione placer y satisfacción, un lugar aparte.” (pág. 205)
Bibliografía:
- El Legado de Mandela: 15 enseñanzas sobre la vida, el amor y el valor
- Richard Stengel
- 2010
- Editorial Temas de Hoy
- 222 páginas
Pd – El lector quedará avisado: el esfuerzo por hacer de Mandela un prohombre semidios es notable aquí y en todo lado.
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