«Quizás una manera más descriptiva de explicar lo que sucedió en aquel entonces sería hablar de una ‘deflagración universal, ubicua, descomunal y abrasadora, extraordinaria, tremenda, asombrosamente caliente’, pero con ‘Big Bang caliente’ transmitimos la idea bastante bien, y queda más modesto.» (p. 125)
107. El Universo en tu Mano: Un Viaje Extraordinario a los Límites del Tiempo y el Espacio – Christophe Galfard
Han sido muchos los años desde que leí este libro, y, sigue viva en mi corazón la aventura a la que me invitó. Quién se habría podido imaginar que un libro sobre física, sobre la historia de la física, sería lo mismo que un libro de aventuras. Yo nunca esperé que un libro dónde aparece el nombre de Albert Einstein y las teorías de Stephen Hawking fuese tan entretenido de leer como una crónica de viajes. Me sentía leyendo de nuevo a Valerie Meikle mientras navegaba por el Putumayo, pero iba aprendiendo como si estuviera repasando Explicar al Mundo de Steven Weinberg. ¡Qué buen negocio!
[…] cosmología, la ciencia que intenta desentrañar la historia pasada y futura de nuestro universo. Antes de Einstein, teníamos solo cosmogonías, historias que nos constábamos los unos a otros para no volvernos locos al pensar en el mismo origen de nuestra realidad. Ahora contamos también con la ciencia, un medio de desentrañar la historia creado no por el ser humano, sino por la naturaleza. (p. 124)
A Galfard, lo vi hace años ya. Fue en esa ciudad apodada la heróica: Cartagena de Indias. Asistí a su charla, a escucharlo hablar sobre el universo. Como todo buen amante de los astros hipnotizó a toda una sala con imágenes de la Tierra, del sistema solar, de un universo que llamamos ‘nuestro’ pero a lo mejor compartimos. Con coloridas fotos proyectadas en el telón del Teatro Heredia -¡Qué edificio tan hermoso aquel!- este físico, pupilo de Hawking, tuvo a cuatro pisos de palcos con la boca abierta y los ojos inyectados de fascinación. Fue suya toda nuestra atención. Y eso que no leyó ni un párrafo de su libro, de haberlo hecho habría causado una estampida de bibliófilos saltado al escenario en busca de un autógrafo.
«La gravedad era una curva en el tejido del universo provocada por los objetos que este contiene.» (p. 76)
De algo que me acuerdo bien de esta charla es del eco. Cada asistente tenía un set de traducción: unos audífonos donde lo dicho por Galfard era transmutado a una lengua inteligible. Ahora, estamos hablando de un festival de literatura, donde el cine y la música son invitados especiales, en Cartagena y en Enero: ¡van un montón de viejitos! Pareciera que todos ellos en vez de subirle el volumen a sus dispositivos auditivos, pusieron esos audífonos a tope y cuando el físico hablaba, respondían centenares de ecos suyos traducidos por alguien más. Qué buenos momentos vividos allí en el Hay Festival: conciertos, charlas, conversatorios, Humberto de la Calle, Jody Williams, Yuval Noah Harari.
«Como dijo en su día el físico teórico estadounidense Edward Witten: ‘Más allá del confort de tu casa, el universo no se hizo para tu comodidad’.» (p. 246)
Muchos años después quise volver a leer este libro. Para mi sorpresa no lo encontré. Lo busqué una y mil veces en mi biblioteca. Pregunté a familiares y amigos. Le eché cabeza durante horas, preocupado por que mi libro hubiera desaparecido, o peor aún: ¡hubiese sido robado! Y es que esta es una bella edición, de cubierta azul oscuro, que como las imágenes proyectadas está cargado de la belleza de la enigmática bóveda celeste. Triste, lo di por perdido, hasta cuando un “lo tengo yo, qué pena” llegó de parte de un amigo. Eso me pasa por querer invitar a las personas a mi alrededor a conocer el universo de los libros.
«Espero que la próxima vez que mires las estrellas y la Luna, recuerdes lo extraño, extenso y hermoso que es este universo nuestro, ya que ampliar nuestro conocimiento y nuestros sueños colectivos, y perseguir bellezas y misterios ocultos es el camino que nos llevará a lograr la supervivencia a largo plazo de nuestra especie.» (p. 433)
Bibliografía:
- El Universo en tu Mano
- Christophe Galfard
- Editorial Rey Naranjo
- Bogotá