La Insoportable Levedad del Ser – de Milan Kundera.
“La historia es igual de leve que una vida humana singular, insoportablemente leve, leve como una pluma, como el polvo que flota, como aquello que mañana ya no existirá.” (pág. 234)
Esto sí es un libro y ¡qué libro!
Es, de lejos, uno de los mejores libros que he leído; y, de un tiempo acá, viene siendo el mejor libro (aunque la competencia no esté tan cerrada con ese esperpento de Saramago, o el patético libraco de Nápoli). Kundera, Kundera, no lo había leído antes, pese a qué –tal como me solía pasar con Saramago- sus títulos me llamasen de una manera casi hipnótica. Es que solo hay que mirar este: La Insoportable Levedad del Ser.
¿Sobre qué será?
Respuesta sincera: la verdad es que no lo sé. Bueno, tal vez sí lo sepa, al menos un poquito. Pero, no tengo interés alguno en arruinar a nadie la intención de leer esta novela.
Solo sé una serie de cosas:
Primero, sobre los personajes: la profundidad de los personajes es una como no había leído antes. Sus relaciones, sus personalidades definidas, complejas, humanas, falibles, maleables, reales. Son personajes casi de carne y hueso.
“Como dije ya, los personajes no nacen como los seres humanos, del cuerpo de su madre, sino de una situación, una frase una metáfora en la que está depositada, como dentro de una nuez, una posibilidad humana fundamental que el autor cree que nadie ha descubierto aún o sobre la que nadie ha dicho aún nada en especial.” (pág. 232)
Segundo, los diálogos: no son intrascendentales, mucho menos son small talk todos tienen algo detrás. No solo los diálogos entre los personajes, sino también lo escrito por el narrador, quien de vez en cuando intercede en la historia, y, sus intervenciones, pues, dejan pensando al lector en lo que dijo.
“Comprendían con precisión el significado lógico de las palabras que se decían, pero no oían en cambio el murmullo del río semántico que fluía por aquellas palabras.” (pág. 94)
Tercero, la fluidez. Se lee con una facilidad esta novela, con un ritmo, con una cadencia, casi parece seda en movimiento. No es necesario ir rápido, no es siquiera recomendable, pero el autor ha pulido su historia para que vayamos con ella. Para que nos metamos de lleno en el contexto. Para que entendamos las relaciones. Para que sintamos las sensaciones.
Es casi poesía, es casi pintura, por poco y es arte. Bueno, la literatura es arte. La manera cómo Kundera escribe es: bella. Está cargada de estética. Hay escenas descritas con tal detalle, se hacen tan reales, que casi puedo reproducirlas en mi mente como si fuesen partes de mi propia vida, cosas que hubiese visto con los ojos, de otra manera distinta a solo ver letras, a solo el negro y cepia de las páginas, hay escenas –como la del espejo- en las cuales uno de los personajes, gracias a la capacidad del escritor, es el lector.
“¿Qué es la coquetería? Podría decirse que es un comportamiento que pretende poner en conocimiento de otra persona que un acercamiento sexual es posible, de tal modo que esta posibilidad no aparezca nunca como seguridad. Dicho de otro modo: la coquetería es una promesa de coito sin garantía.” (pág. 150)
Sin duda una increíble historia, contada de una manera increíble. O, tal vez una historia común y corriente vuelta increíble por la manera en que es contada. Pues, trata de lo cotidiano. De temas del día a día. No hay héroes. No hay pro-hombres. No hay ideales máximos de esos ‘comunes’ –como el coraje, la patria, el honor- que guían las historias/novelas tradicionalmente.
Es un libro complejo, denso, real. Ni siquiera el interés de la historia, el núcleo de ésta, que creo es el amor, es presentado en esa versión ‘cinematrográfica’, ‘holliwoodense’ o kitsch a la cual nos hemos acostumbrado. Al amor, solemos montarlo en un pedestal, pensando en este como si fuera una forma ideal (a lo platónico); en nuestro mundo real platonizamos el amor común y corriente. En el libro es presentado en una manera más cotidiana, de la manera como no lo plasmamos en libros, ni en novelas, ni en películas, ni en historias.
“[…] y los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también.” (pág. 177-178)
“Mientras las personas son jóvenes y la composición musical de su vida está aún en sus primeros compases, pueden escribirla juntas e intercambiarse motivos […], pero cuando se encuentran y son ya mayores, sus composiciones musicales están ya más o menos cerradas y cada palabra, cada objeto significa una cosa distinta en la composición de la una en la de la otra.” (pág. 95)
¡Hay que leer esta novela! Kundera tiene otras que tengo entre ojos: La Broma y El Libro de la Risa y el Olvido. Por cierto, este libro hace parte de la famosa listica.
Solamente vean la manera cómo escribe:
- “Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.” (pág. 14)
- “Nuestra vida cotidiana es bombardeada por casualidades, más exactamente por encuentros casuales de personas y acontecimientos a los que se llama coincidencias. Coincidencia significa que dos acontecimientos inesperados ocurren al mismo tiempo, que se encuentran” (pág. 47)
- “Aquel que quiere permanentemente ‘llegar más alto’ tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo. ¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? Pero ¿por qué también tenemos vértigo en un mirador provisto de una valla segura? El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados.” (pág. 65)
- “Delante había una mentira comprensible y detrás una verdad incomprensible.” (pág. 69)
- “Ya dije que las metáforas son peligrosas. El amor empieza por una metáfora. Dicho de otro modo: el amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética.” (pág. 219)
Bibliografía:
- Milan Kundera
- La Insoportable Levedad del Ser
- Maxi Tusquets Editores
- 1984
- 327 páginas
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.