El primero de H.G. Wells: La Isla del Dr. Moreau.
Con esta corta novela me crucé por primera vez en el colegio. Más que con la novela, con la historia. Una profesora quiso hablarnos sobre bioética. Para tal fin nos enseñó la película. No sé si esté hablando por todos, o, solo por mí, pero no entendí. Pero bueno, perdimos tiempo viendo una película. Aun así, ¿ha visto alguien más esa película? ¡Es espantosa! Como hizo Marlon Brando, Don Vito Corleone, para terminar en este espantoso film. No es mucho lo que retuve de éste. Por otra parte, hay otra muy curiosa y brillante interpretación de esta historia en uno de los especiales de Halloween de los Simpsons, una Casita del Horror. Cualquiera que haya visto este capítulo será capaz de cantar (con el estribillo de ‘’The Lion Sleeps Tonight”) “en la jungla montando un monstruo Homero es feliz…”.
La Isla del Dr. Moreau cuenta la historia de un náufrago, quien tras ser recogido en una pequeña barcaza junto termina en una isla en medio de la nada viendo animales volverse hombres. Es un interesante libro sobre la naturaleza humana: sus ambiciones, la relación entre pares, y muchas tantas otras cosas. Pero no se queda ahí, ¡tiene tantas posibles interpretaciones! Moreau puede ser un Dios y la religión. Moreau puede ser el Estado. Los animales somos los hombres, que estamos en un seguro proceso de volver a nuestras raíces, de abandonar nuestra humanidad. Sin duda alguna el diálogo más envolvente de toda la novela ha de ser al Doctor justificando sus acciones, hablando del dolor, y de cómo éste nos limita, impide, y como él lo ve… Es claro porque este libro es un clásico. Lo mejor de todo: es corto y se puede llevar a la mano.
Además, lo pedí de una biblioteca pública. ¡Si! Ahora saco libros de bibliotecas públicas. Me llevó una amiga-que-quise-que-fuera-mi-novia a una de las más grandes bibliotecas públicas de Bogotá. Uno de esos tesoros que hay que descubrir, porque así son los tesoros, están enterrados dentro del lodo en una isla desierta en la mitad de la nada, rodeada de tiburones, de peligrosas corrientes y arrecifes de coral. Esas son las direcciones para llegar a la Biblioteca Luis Ángel Arango.
Yo tomé por años un bus con un cartel que rezaba K4LuisAngelArango (así o en otras presentaciones), pero nunca, he dicho nunca, me hice socio de la biblioteca. Que tragedia, que tristeza, ¡tanto tiempo despilfarrado buscando libros o leyendo poco! Pero eso hago ahora, enmiendo el tiempo perdido. Ahora que soy miembro puedo pedir muchos libros, y esos muchos libros pueden llegar hasta mi casa –si yo quiero. Tengo todo un año tengo para pedir y pedir y pedir y pedir libros. ¡No solo de esta biblioteca sino de cualquier biblioteca de la Red de Bibliotecas del Banco de la República!
Tres cosas me llevaron a tomar esta decisión: estaba pelado, los últimos libros que había comprado usados no me gustaron y no estaba encontrando los libros que buscaba. Pero ahora todo va a cambiar: la afiliación es económica, sólo compraré los libros que en serio quiera tener y tengo tantas sedes de dónde escoger para buscar libros. ¡Que felicidad me trae esto! Ahora sí, que comience esta aventura.
Bueno, empecé como mal: pedí el libro que no era. Al parecer ‘Obras Completas’ de H.G. Wells no trae las obras completas, solo algunas… Bueno, qué se hace: ¡devolverlo y empezar de nuevo!
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