The Heart and the Fist: The Education of a Humanitarian, the Making of a Navy SEAL – Eric Greitens.
Estos libros de fuerzas especiales son tan parecidos. Sus protagonistas, casi siempre ellos, son los héroes de hoy. Son ellos quienes sacan el máximo del potencial humano, explotando toda nuestra capacidad física y mental; mostrando al mundo con su ejemplo todo aquello de lo que es capaz el humano en su experiencia de vida; incluido el acto más altruista imaginable: ¡el sacrificio de la propia vida por el otro! ¡Los Aquiles, los Ulises, los Eneas! Viajan por el mundo a parajes exóticos; tienen aventuras e historias que contar; son fuertes, inteligentes, y claramente aptos para el liderazgo.
¿Aptos o nacidos en un contexto cultural que les beneficia?
¡Cómo lavan cerebros estos libros!
Esto es propaganda. Propaganda en el sentido político de la palabra: “asociación cuyo fin es propagar doctrinas, opiniones, etc.” ¿Otros libros que he leído en esta línea? Primero en mi lista estaría Francotirador escrito por Chris Kyle y hecho película por Clint Eastwood. Ambos defienden un modelo específico de hacer política: Estados-nación que hacen la guerra. Estos glorifican la guerra y la violencia, justifican las acciones de los gobiernos e intentan condonar a quienes las llevan a cabo. ¿Defender solamente a los nacionales? ¿No deberíamos estar pasados de este punto?
Libros como estos -muchos tienen su película como es el caso de Lone Survivor- propenden por un tipo de ciudadanía bastante específico: un hombre-ciudadano-guerrero, para quien defender sus derechos es el ejercicio de la violencia y la amenaza del uso de la violencia para beneficio de las instituciones económico-político-administrativas en las cuales vive. Un modo de ser que ha sido especialmente dañino al considerar valores a la violencia, al servicio a una comunidad imaginada, a la lealtad al Estado, a la verticalidad en los equipos, e incluso el abandono de la comunidad y la familia… Hay quienes dirían que ésta es una expresión de género bastante específica.
Hay tantas preguntas cuando leo uno de estos libros -o veo una de estas películas. ¿Qué hacer frente a un mal gobierno? ¿Qué hacer como funcionario del Estado cuando la acción violenta es ilegal, ilegítima o innecesaria? ¿Qué pasa cuándo no hay ningún acto heroico? La guerra es tantas veces innecesaria, ¿por qué la pintan tan romántica? ¿Por qué reconocemos que lo mejor de lo que es capaz el humano se hace presente en ella? ¿Por qué los mejores de una generación se consumen en batallas que no son suyas? ¿Por qué no más bien trabajar en los mecanismos de solución de controversias? ¿Qué pasó con el diálogo y la negociación?
Al cierre de este libro quedo con particular interés en leer sobre las implicaciones de nuevas formas de hacer la guerra, especialmente las fuerzas especiales y el uso de drones. Ambas son tecnologías que al ser catalogadas como ‘de máxima seguridad’ quedan sin veeduría ciudadana, y al estar directamente bajo el mando del comandante en jefe de las fuerzas armadas (ese rey por elección que decidimos llamar presidente) no tienen casi pesos y contrapesos en su uso. Para eso quiero leer a personajes como Noam Chomsky con libros como Porque lo Decimos Nosotros: Ideal democrático, estrategias de poder y manipulación en el siglo XXI (2017). Hasta cuando no haya más crítica sobre este culto a la guerra y la violencia en la cultura popular, en los medios masivos de comunicación y en las redes sociales, y no haya más activismo político en torno a esto las cosas se mantendrán «como son y así seguirán siendo”.
Por fortuna, este libro se salva de tener que lidiar con estos dilemas éticos, pues, para ser un libro de Fuerzas Especiales le faltó mucho despliegue especial de fuerzas… Tiene mucho más de crónica de viajes: un muchacho recorriendo el mundo con los privilegios de tener una Visa de superpotencia, viviendo de los beneficios de ser ciudadano del Norte rico, haciendo turismo en el pobre sur soñando en reparar los males endémicos y desarrollar estos territorios siguiendo a modelo y semejanza de… ustedes saben cómo va esta historia. Apuesto que se imaginaron al autor blanco y conservador. Revisen en internet. No quedarán sorprendidos.
Este libro de Greitens lleva al lector a la admiración de la capacidad humana, y al repudio de la (in) acción política; para luego (en una vuelta extraña) defender la institucionalidad como medio de alcanzar lo mejor para las personas. Me gustó más su otro libro, Resilience: Hard-Won Wisdom for Living a Better Life, pues tiene un hilo conductor que se me hace más interesante. En cambio éste es “venga, les voy a hablar de mí”. Así y todo, me entretuve mientras paseaba a mis perros, y, hasta cierto punto comparto su: “In order to be good you have to be strong”. Digo hasta cierto punto pues dudo de la definición de ‘strong’ que es presentada a lo largo del libro. Buenas personas hay en el mundo, son muchas, y están actuando, haciendo grandes y pequeñas buenas acciones. Y no necesitan estar en ningún ejército, ni ser de ningún cuerpo de élite para ser fuertes ni obrar bien. Hay más maneras de ser y de actuar bien. También, hay más maneras de ser hombre. Ha sido suficiente tanta violencia.
“I shall pass through this world but once. Any good therefore that I can do or any kindness that I can show to any human being, let me do it now. Let me not defer or neglect it, for I shall not pass this way again.”
Bibliografía:
- The Heart and the Fist: The Education of a Humanitarian, the Making of a Navy SEAL
- Eric Greitens.
- Narrado por el autor Eric Greitens
- Duración: 10 horas y 49 minutos
- Tantor Audio
- Disponible en Audible desde el 11 de Abril de 2011
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