Think and Grow Rich.

Napoleon Hill, Think and Grow Rich.

Bueno…

Entonces…

La situación está ligeramente compleja para hablar de este libro.

De entrada: sí, es cierto, vengo leyendo bastantes libros de esta índole –y si supieran de la conferencia que vengo caería en la más absoluta desgracia…- pero es que tienen ese algo. Un algo casi adictivo. Dan una sensación de bienestar tras su lectura que es extática, como si uno estuviera ya trabajando por obtener algo, como que las cosas buenas ya comenzaran. Euforia. Adrenalina. Endorfinas. ¿Será que de ahí viene su éxito? ¿Por una suerte de rush? ¿Una adicción?

Ahora bien, para evitar el problema de Ícaro: vuela bajo y no te dejes cegar del sol. Volemos un poco más bajo.

Pareciera que un libro de estos está cimentado sobre una buena dosis de pesimismo ante la vida, pero no necesariamente es ése el caso. Estos libros invitan a un par de excelentes ejercicios: una seria cantidad de auto-crítica junto con una labor reflexiva -o bueno, esto es lo que me ha parecido.

[Hay tantos que aman con tal pasión u odian con tal vileza estos libros que quiero ir con tiento].

Tras años de libros de ficción, no-ficción, cosas como este libro y también los libros de auto-ayuda peor escritos de la historia (El Manantial y La Rebelión de Atlas de Ayn Rand) he visto que en libros como este hay una serie de ítems que tienden a promover; pues bien, este es el resumen de esos libros, ya me agradecerán después:

  1. Es de ti de quién depende tu destino, de nadie más.
  2. Si quieres que algo cambie, hazlo tú; no esperes por nadie.
  3. La creación de un plan/meta/objetivo es vital
  4. Es necesario trabajar para alcanzar las metas u objetivos propuestos
  5. Hay que estar dispuesto a tomar riesgos y ponerse en pie tras sufrir derrotas

Diría yo que, grosso modo, es esto lo que promueven. Claro está, un mayor trabajo alrededor de estos temas me ayudaría a destilarlos y notar cómo en algunas áreas hay otros adicionales; digamos que unas recomendaciones ad hoc que cambian de un autor al otro. Es cierto que debería leer más de los mismos, pero mis áreas son la literatura y la historia.

Aún así, es necesario, insisto, tener cuidado con estos libros. Pueden ser el nuevo opio del pueblo. Solo vean las sensaciones de describo. Lean uno y experimenten. Tal cómo quejarse suele darle a las personas –yo incluído, quejetas de tiempo completo que soy- una falsa sensación de estar solucionando sus problemas, estos libros pueden darles también una falsa imagen de estar alcanzando el éxito financiero, laboral, o lo que sea. Por eso, sería vital, casi lo volvería yo una ley, el que al final de estos libros dijese algo por el estilo de “el exceso de libros de auto-ayuda es perjudicial para su salud mental”; o, un más claro y conciso “si quiere algo, actúe como corresponde”; o incluso un muy acorde “este libro no reemplaza un proceso terapéutico, si lo ve necesario acuda a un experto de la salud mental”.

Otro tema (es más bien una idea) a la que vuelvo cuando leo estos libros es el intentar ponderar lo planteado allí con la condición en la que se vive en Colombia. Con tanta pobreza y tanta desigualdad, ¿por qué tan pocos actúan para cambiar las cosas? ¿Por qué parece tan difícil el cambio? La respuesta que me ha parecido la más acorde para explicar este fenómeno me la dan estos libros: la idea de que los problemas los tiene que resolver alguien más.

Quiero seguir trabajando para pulir esta idea.

La cuestión es que las conversaciones van algo así: “Sí somos pobres, es el gobierno quién tiene que crear más empleos. Si hay guerra, por eso el ejército y la policía tienen que hacer algo. Que el dinero del erario público se lo roban los políticos, ellos deben cambiar. Hay mucha delincuencia, es porque a los ladrones los sueltan. Las normas no se siguen, es que falta educación…”

Cuando creo que deberían ser más del tipo: “Voy a crear mi empresa para salir de pobre y de paso crear empleo. Voy a promover una cultura de tolerancia cero frente a la violencia. Voy a escribir y presionar por un gobierno transparente. Voy a denunciar al delincuente. Voy a actuar siguiendo las normas y respetando al otro.” Y así sucesivamente. El problema lo soluciona uno, nadie más. Así que: salga y haga algo al respecto. Si quiere un cambio, actúe como corresponde.

Por último, anoté un montón de frases que me quiero memorizar con el fin exclusivo de: a. Identificar embaucadores (ya me crucé con uno que dio como suyos los 6 miedos que en este libro salen); y, b. Tener –como siempre- frases acordes para cada situación. Dejo solo un puñado, saqué demasiadas y ese exceso queda conmigo:

  • “No one ever is defeated until defeat is accepted as a reality”
  • “They became great leaders because they were intelligent followers.”
  • “Tell the world what you intend to do, but first, show it”
  • “Seven negative emotions to be avoided: hatred, greed, superstition, fear, jealousy, revenge, anger.”
  • “Six fears which are the cause of all discouragement, timidity, procrastination, indifference, indecisión, lack of ambition, lack of self-reliance, lack of self-control and lack of enthusiasm
    1. the fear of poverty,
    2. the fear of criticism,
    3. the fear of ill health,
    4. the fear of loss of love of someone,
    5. the fear of old age,
    6. the fear of death,
    7. Susceptibility to negative influence.
  • “Worry is a state of mind based upon fear. It Works slowly, but persistently. It is insidious and subtle. Step by step it digs itself in, until it paralyses one’s reasoning faculty, destroys self confidence and initiative. Worry is a form of sustained fear caused by indecision. Therefore, worry is a state of mind that can be controlled. An unsettled mind is hopeless, indecision makes an unsettled mind.”

Lo escuché en inglés. Sorry…


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