Un Mundo Feliz.

Un Mundo Feliz es el primer libro leído de la lista Mía del 2015 (la que recopilé pensando en cosas que me gustaría leer y de la cual no había leído nada), una novela que además hace parte de La Lista las mil novelas que hay que leer. ¡Doble victoria: personal y frente al proyecto!

También hay otras primeras veces con este libro: es el primer al que le pongo mi nombre. ¡El primero que proclamo como mío! Nunca antes había sido capaz. Me sentía profanando al libro, llenándolo de mí, pervirtiéndolo levemente, dañando su valor intrínseco. De ahora en adelante todos los libros tendrán dos fechas: al frente mi nombre, el día en el cual lo empiezo al leer y la ciudad (locación o pueblo) dónde esto suceda; al final, llevarán nuevamente mi nombre, la fecha en la cual lo termine, y el lugar dónde esto suceda. [Me tengo que poner a la tarea de vandalizar todos los libros que leí antes, por lo menos con mi nombre]

Yo creo que al hacer esto lograré atar mi lectura más ágilmente al más amplio tejido de mi vida, se volverán más personales mis libros y así tendré sin duda muchas más historias que contar. En últimas podré hacer una suerte de cronología literaria que vaya acompañando los principales eventos de mi vida -que genial se me antoja, como lo que ve uno al final de los libros de historia. ¿Cuándo antes se había visto esto? Para demostrar mi punto: este libro tiene un curioso lugar donde lo terminé. Lo leí a una velocidad tremenda. ¡De haber tenido la ventana abierta! ¡Ah, ni modo! Mejor daño la sorpresa sobre dónde leí el libro: viajando de Pereira a Bogotá. Por eso al final del mismo va escrito “[terminado] en algún lugar entre el cielo y la tierra”. so -in mla entrada. ¿? que conocon su museo, vengan a ver el ml, mi nombre, fecha en la cual lo termin mla entrada. ¿? que conoc

Volviendo al cauce, una amiga que sabía mi fascinación por 1984 de Orwell predijo que este libro me iba a encantar; tal cual, me encantó. Éste es uno de los futuros distópicos más peculiares que he leído, dónde la satisfacción material, la satisfacción inmediata de los deseos, y la técnica (de hecho, la producción masiva estilo fordista) han permeado todos los aspectos de la sociedad. Una sociedad donde la felicidad –aparente- se logra, al cambiar por ésta la esencia misma de la experiencia humana: la inestabilidad, el dolor, el sufrimiento, las relaciones, a cambio de ser feliz que en la novela es más bien estar satisfecho. Todos esos fortísimos sentimientos que pese a ser hitos de la naturaleza humana, de la esencia humana, son solo ‘problemas’ para la organización social del mundo -particularmente para el sistema productivo actual. Un mundo dónde todos son de todos, las mujeres alabadas por ‘neumáticas’ (según la RAE: 1. Que funciona con aire u otro gas 2. Pieza de caucho con cámara de aire o sin ella, que se monta sobre la llanta de una rueda 3. Estudio de los gases), y el escape de la realidad (de hecho, el escape de los sentimientos y pensamientos) se da por medio de una nueva súper droga sin secuelas en mente y cuerpo: el soma (¿no es eso lo que hacemos con el alcohol y las drogas modernas: escapar de sentimientos y pensamientos? ¿dejar de sentir y pensar? ¿Obviar pasiones? ¿Olvidar amores? ¿Prorrogar ideas?).

Un sospechoso nuevo mundo. Un nuevo mundo feliz. Un lugar dónde el individuo se ha perdido frente al todo, justamente dentro del modelo económico que para lograr su esclavitud-asalariada le prometió la individualidad y la libre satisfacción de sus deseos. ¿Ven la trampa a la cual nos dirigimos? Un mundo dónde ya es imposible estar en soledad, pero siempre se estará solo. Un mundo sin relaciones significativas, sino únicamente pasajeras. Es un libro que vale mucho leer en compañía, junto con un grupo de amigos, de colegas, de pares, para poder sentarse a discutir y profundizar las mil y un aristas que en él están enterradas: sobre la individualidad, el modelo económico, el placer, los gustos, la vida auténtica, el pasado, la tradición, y así…

Ahora bien, hay otro pequeño ejercicio que quise probar con este libro para ver si puedo aplicar en libros futuros. Como dije antes: es un libro con varias primeras veces. Anteriormente, pasaba las hojas de los libros dejando de lado mis frases favoritas, las frases célebres por así decirlo, las más bonitas, las que sintetizan la tesis del libro, esas que merecen ser aprendidas de memoria. ¡Ahora eso no irá más! Acá tengo algunas citas extraídas de la novela, para entrever lo enigmático, preocupante, y hasta profético de este autor.

  • “… éste es el secreto de la felicidad y la virtud: amar lo que uno tiene que hacer. Todo condicionamiento se dirige a lograr que la gente ame su inevitable destino social.”
  • “– Lo sé. Razón de más para mostrarme severo con él. Su eminencia intelectual entraña las correspondientes responsabilidades morales. Cuanto más talento tiene un hombre, más grande es su poder de corromper a los demás. Y es mejor que sufra uno solo a que se corrompan muchos. Considere el caso desapasionadamente Mr. Foster, y verá que no existe ofensa tan odiosa como la heterodoxia en el comportamiento. El asesino sólo mata al individuo, y al fin y al cabo, ¿qué es un individuo?”
  • “Con un amplio ademán señaló las hileras de microscopios, los tubos de ensayo, las incubadoras-. Podemos fabricar tantos como queramos. La heterodoxia amenaza algo mucho más importante que la vida de un individuo; amenaza a la propia sociedad. Sí, a la propia sociedad –repitió-. Pero, ahí viene.”
  • “-¿Por qué no?

– Porque nuestro mundo no es el mundo de Otelo. No se pueden fabricar coches sin acero; y no se pueden crear tragedias sin inestabilidad social. Actualmente el mundo es estable. La gente es feliz; tiene lo que desea y nunca desea lo que no puede obtener. Está a gusto, a salvo; nunca está enferma; no teme la muerte; ignora la pasión y la vejez; no hay padres ni madres que estorben; no hay esposas ni hijos ni amores excesivamente fuertes. Nuestros hombres están condicionados de modo que apenas pueden obrar de otro modo que como deben obrar. Y si algo marcha mal, siempre queda el soma. El soma que usted arroja por la ventana en nombre de la libertad, Mr. Salvaje. ¡La libertad! – El interventor soltó una carcajada-. ¡Suponer que los Deltas pueden saber lo que es la libertad! ¡Y que pueden entender Otelo! Pero ¡muchacho!”

  • “- A mi todo esto me parece horrendo.

– Claro que lo es. La felicidad real siempre aparece escuálida en comparación con las compensaciones que ofrece la desdicha. Y, naturalmente, la estabilidad no es, ni con mucho, tan espectacular como la inestabilidad. Estar satisfecho de todo no posee el encanto que supone mantener una lucha justa contra la infelicidad, ni el pintoresquismo del combate contra la tentación o contra una pasión fatal o una duda. La felicidad nunca tiene grandeza.”

  • “Nuestro mundo cree en la felicidad y la estabilidad. Una sociedad de Alfas no podría menos de ser inestable y desdichada. Imagine una fábrica cuyo personal estuviese construido íntegramente por Alfas, es decir, por seres individuales no relacionados de modo que sean capaces, dentro de ciertos límites, de elegir y asumir responsabilidad. “Imagíneselo! –repitió.”
  • “No deseamos cambios. Todo cambio constituye una amenaza para la estabilidad. Ésta es otra razón por la cual nos mostramos tan reacios a aplicar nuestros inventos. Todo descubrimiento de las ciencias puras es potencialmente subversivo; incluso la ciencia debe ser tratada a veces como un enemigo.”
  • “Cualquiera diría que van a degollarle –dijo el interventor, cuando la puerta se cerró tras ellos-. En realidad, si tuviera un poco de sentido común comprendería que este castigo es más bien una recompensa. Le enviarán a una isla- Es decir, le enviarán a un lugar donde conocerá al grupo de hombres y mujeres más interesante que cabe encontrar en el mundo. Todos ellos personas que, por una razón u otra, han adquirido excesiva conciencia de su propia individualidad para poder vivir en comunidad. Todas las personas que no se conforman con la ortodoxia, que tienen ideas propias. En una palabra, personas que son alguien- Casi le envidio, Mr. Watson.”

De inmediato se volvió uno de mis libros favoritos. Autor éste al que sin duda volveré nuevamente. Huxley tiene un par de libros (como Las Puertas de la Percepción y Cielo e Infierno) sobre sus experiencias con alucinógenos!

¡Alucinante!


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