Una Columna de Fuego – Ken Follett

Durante una crisis, las personas asustadas obedecían a cualquiera que hablara como si supiera qué estaba haciendo.” (p. 398)

101. Una Columna de Fuego – Ken Follett

Hay escritores prolíficos como el amigo Ken. Tanto en la cantidad de títulos que ha escrito, como en la extensión de cada uno de ellos. Me pregunto: ¿de verdad es necesario que los libros pesen kilos?

De su pluma -¿o su computador?- he tenido el gusto de leer dos series. La primera de ellas, con la cual conocí al autor, lleva el dramático nombre ‘la Serie Kingsbridge’ -la leyeron con voz grave, ¿cierto?). Esta es una historia que comienza con Los Pilares de la Tierra (DeBolsillo, 2010) -veo ese gigantesco libro mientras escribo. Le sigue Un Mundo Sin Fin (DeBolsillo, 2012). Por último, el libro que nos llama hoy: Una Columna de Fuego. Todas éstas, historias de una Inglaterra medieval, a-islada, fría, húmeda y católica -pero mucho menos cada libro que pasa. Una nación que lentamente se va gestando y conectando con el resto del mundo noreuropeo, mediterráneo, y atlántico. 

¿Qué tienen de especial esta serie de libros? Se concentran en esas turbulentas épocas de las guerras de religión, cuando el dominio de Roma se iba resquebrajando y lentamente iban surgiendo nuevos polos de poder, amparados por religiones -aunque también mesiánicas, monotesistas y escritas- eran locales. Este telón de fondo, fascinante y violento, la utiliza Follet para traer a la vida un mundo ficticio que bien podría haber sido la Inglaterra en pañales. Habla de reyes, de libros, de guerras, y lentamente nos va llevando a otros parajes más al sur del Canal de la Mancha.

Su majestad la reina cree que la religión nos fue dada para encontrar consuelo en esta vida y salvación en la eterna, y que aunque no nos pongamos de acuerdo sobre ella, jamás deberíamos permitir que sea causa de violencia entre un inglés y otro.” (p. 535)

También de Follett tuve el gusto de leer la Trilogía ‘The Century’ sobre el apasionante y movido Siglo XX -y un poquitín del 21. La componen tres libros todos gorditos, cada uno más extenso que el anterior: La Caída de los Gigantes (Plaza & Janes Editores, 2010), El Invierno del Mundo (Plaza & Janes Editores, 2010) y El Umbral de la Eternidad (Plaza & Janes Editores, 2014). Hay que decirlo desde ya: ambas series son novelas de ficción ambientadas en la historia. A grosso modo, el formato es el mismo: se siguen las vidas entretejidas de familias. Simple. Básico. Genial.

Sin duda alguna ambas me han parecido geniales para ver un lado más humano, más personal, sobre determinados sucesos históricos. Bueno, aquí tenemos todo un debate académico: los escritores -también pasa con historiadores- asignan emociones a determinados personajes en los episodios que narran, ¿está eso bien? Aunque la idea detrás de esta decisión puede ser volver más aprehensibles, humanos, reales, a los personajes -ficticios como históricos- de las historias, el sentimiento que se imprime es una lectura basada en la emocionalidad del presente: se lleva el presente hacia el pasado. Pero, ¡qué más da! Son novelas, es literatura, es arte. Los escritores se pueden dar esos ‘gustillos’, esas libertades. Y Ken Follett logra buenos resultados al hacerlo: ambas series atrapan al lector, hay personajes que uno quiere, otros que uno detesta, episodios que vale la pena leer, otros que uno quisiese vivir. 

Follett, autor Best Seller del New York Times, escribe originalmente en inglés, peeero no he leído ninguna de sus obras en su lengua madre. Él ha estado escribiendo casi que de manera ininterrumpida por años. Es solo es visitar su página oficial para verlo. Las series de Kingsbridge y The Century lo entretuvieron un buen rato: The Pillars of the Earth salió en 1989, en 2007 el segundo, A Column of Fire una década más tarde, y Las Tinieblas y el Alba (la precuela de esta historia) 30 años más tarde (DeBolsillo, 2020). Mientras tanto, las historias de esas familias estadounidenses, alemanas, rusas, inglesas y galesas, las fue publicando cada dos años: 2010, 2012 y 2014. También ha escrito thrillers, novelas, libros de no ficción y libros infantiles. Ken Follet es un hombre que se dedica a los libros: en su página hay 37. Su más reciente título, presente por doquier hoy día, es Nunca (Plaza & Janes, 2021). Tal vez sea buena idea conseguirme alguno de sus más recientes libros en inglés (¿los últimos dos?) a ver qué tal.

Mientras escribo pienso en otros autores prolíficos -y en sus números. Me vienen nombres como Valerio Massimo Manfredi con esa infinidad de títulos que tiene de los cuales solo he leído Imperio (DeBolsillo 2005 – una colección de cuentos), El Ejército Perdido (De Bolsillo 2010 – inspirado en la Anábasis de Jenofonte) y la trilogía de Alejandro Magno. También el viejo Santi con sus series de Trajano, Escipión el Africano y Julia Domna; libros de cuentos, y más reciente Roma Soy Yo (SA Ediciones B, 2022 – sobre Julio César).

También recuerdo a la británica Taylor Caldwell quien, por allá en 1940, escribió docenas de libros, entre esos La Tierra del Señor (Editorial Océano 2012) un libro sobre el ascenso de Genghis Khan que tiene un mejor título en inglés: The Earth is The Lord’s. Stephen King también es famoso por escribir montones. Él es el único de estos super escritores con libros en La Lista con: Misery (1987), Dolores Claiborne (1992), y The Shining (1997). Sin embargo, todos ellos palidecen ante los más extensos escritores de la historia, personas que compulsivamente escribieron miles de libros… “A veces, demasiado de algo bueno no es bueno, solo es demasiado.”. (Kagge 2019, p. 121)

Leo sobre estas gestas de escritura y me pregunto: ¿cómo serán -o habrán sido- sus hábitos? ¿Cómo lo hacen? ¿Qué recomendarían? Yo estoy necesitando ayuda tanto para escribir -no estoy al día con las entradas- como para leer. A este ritmo que llevo, de 24 libros por año, necesitaré de 41 años para lograr mi cometido… ¡No quiero tardarme tanto!

Ken Follett. Un nombre que cada vez se ve más entre las estanterías de las librerías y en casas de amigos. Un escritor cuyos éxitos literarios recientes han traído a la vida sus publicaciones anteriores; bastante olvidadas. Un autor que es una bendición para mi ejercicio de leer mil libros en 10 años: novelas, traducidas, rápidas de leer, entretenidas y uno se siente leyendo algo que enseña -pero, hay que estar bien atentos recordando que no son historia. El día que yo vaya a construir una lista propia estos autores sin duda va a estar allí.

Citas:

  • “Los tribunales rara vez declaraban inocente a los individuos juzgados. La opinión generalizada era que si un hombre fuera inocente, no se habría metido en líos desde un principio.” (p. 170)
  • “Los miedos siempre acosaban a quien no tenía la conciencia tranquila.” (p. 463)
  • “Le dijiste que no hay santos en la política, pero que las personas imperfectas también pueden cambiar el mundo para mejorarlo.” (p. 755)

Bibliografía:

  • Una Columna de Fuego
  • Ken Follet
  • 2017
  • Penguin Random House
  • Bogotá D.C.
  • 935 páginas