160. Y Julia Retó a los Dioses – Santiago Posteguillo
Bueno, creo que ya, por fin, después de kilogramos de los libros de S. Posteguillo, creo que finalmente he leído toda su obra. Pero, pensándolo bien, el viejo ‘Santi’ ha participado en un montón de eventos literarios, dado entrevistas en varios países (yo lo he visto en conversación junto al colombiano Pablo Montoya, pero antes que todo quedara registrado en YouTube!), y ha hecho tours para promover sus novelas. Tal vez sea imposible leer todo lo que haya dicho y escrito. Aparte, que al ser profesor de la Universidad Jaume I de Castellón, ha escrito una buena cantidad de artículos académicos. ¿Cómo serán sus clases? Que tanto sapo, como yo, llevará sus libros para obtener un autógrafo. ¿Habré terminado al menos de leer sus libros?
[Nuestro héroe hace una pausa para revisar la página oficial del autor]
[Se hace el silencio en la sala mientras, crispado por el suspenso, nuestro héroe se aferra al ratón del ordenador].
[Encuentra en la página una sección dedicada exclusivamente a libros.]
[Lee con atención, bajando, revisando cada entrada, cada portada]
¡Carajo! Pues no. No he leído todos sus libros. Me faltan: La Noche en que Frankenstein Leyó el Quijote: La Vida Secreta de los Libros y El Séptimo Círculo del Infierno: Escritores Malditos, Escritoras Olvidadas. Bueno, será conseguirlos. ¡Que alguien lo aleje de un teclado!
[Resignado suspiro profundamente]
¡Diantres! Acabo de caer en cuenta que la mayoría de libros de Posteguillo no hacen parte de este proyecto: los leí antes de empezar el reto de 1000 libros en 10 años.
Les cuento entonces un poco sobre ellos: la trilogía de Publio Cornelio Escipión ‘el Africano’ está compuesta por las siguientes novelas: Africanus: El Hijo del Cónsul (2006), Las Legiones Malditas (2008), y La Traición de Roma (2009). Los que tengo en casa son de pasta dura y de Ediciones B. El trabajo editorial es bien agradable: la letra es ligeramente más pequeña, muy cómoda para leer, los mapas bien hechos, las pastas bien decoradas, aunque sin los forros se vuelven intimidantes : de color negro mate y letras grandes plateadas solo en el lomo, parecen biblias.
Luego, está la trilogía del Emperador Trajano: Los Asesinos del Emperador (2011), Circo Máximo (2013) y la Legión Perdida (2016). Son de Editorial Planeta, también tienen unos forros bien dramáticos que cuando se retiran dejan ver libros negros, sin gracia. ¡Oh! Ahora la letra es blanca en vez de plata. El trabajo editorial es chévere, las hojas envejecen como se debe tornándose amarillas (me preocupa que tal vez en esta humedad colombiana eso sea pésima señal) y los apéndices siguen siendo bellos.
Ahora, ¿dónde encontrarlos? Que es lo mismo que una oportunidad de recomendar algunas de mis librería favoritas. En Manizales visitaría Libélula. En Armenia hoy quiero sugerir Pensamiento Escrito un agradable espacio que he dejado de visitar. Ya en Bogotá lo que hay son opciones, pero dos en el centro destacan sobre el resto: La Lerner del Centro, o también cerca, la Librería México del Fondo de Cultura Económica dentro del Centro Cultural García Márquez Finalmente, en Cartagena, sin lugar a dudas, ir a Ábaco. Me gustaría poder recomendar más, pero es más bien poco lo que he viajado cazando librerías en Colombia. Sin embargo, en cualquiera de estas librerías encuentra uno esos 6 excelentes libros.
Volvamos a la novela: la segunda y última en la trama de Julia Domna, la emperatriz madre. Vuelvo a pensar en lo agradable que es leer un libro de Posteguillo: no hay afán, no hay estrés, es como dije antes “un café en una mañana nubosa”. Es un gran libro para terminar un día largo: poniendo una luz cálida y tenue en el cuarto, sentándose en un sofá con una buena cobija, para leer, leer, leer.
Y sí, como en las otras oportunidades reviví experiencias. Primero, está esa cuestión de buscar el ordenador o el celular mientras se lee. Tantas veces arruiné episodios al querer averiguar si tal personaje existió, o si tal evento se dió… Eso de leer googleando es una cuestión bastante nueva en la experiencia de la humanidad lectora: la lectura no se vuelve lineal, sino que es un ir y venir, hay múltiples tabs abiertas, y, ¡Wikipedia!. Una y otra vez terminé allí -o en la sección de imágenes de Google- viendo cosas, buscando, inquiriendo, dejándome llevar por la curiosidad… Y, como siempre, uno termina en esos lugares oscuros de internet, viendo un video sobre cómo fermentar repollo, averiguando sobre el entrenamiento de un legionario o algo peor: leyendo noticias.
Ahora bien, así como en ocasiones anteriores Posteguillo se puso a la tarea de contar la historia pensando en personajes poco convencionales. Ya antes nos presentó un moloso, o un caballo del circo; una representación antropomórfica y simple, pero simpática de ambos. Hoy, le quiero decir: un aplauso especial por ese esfuerzo por incluir a los Dioses. Ahora bien, hablando de Dioses y espacios ¿ultra-humanos?, quiero recordar que no fue esta la primera aparición del río Estigia: hubo una que todavía me pone la piel de gallina por allá después de la victoria en Zama. Pero, extraño la mirada desde fuera de Roma y de personajes de otro nivel social. Entiendo perfectamente que esta novela es sobre Julia, un personaje que con el damnatio memoriae que le trae su género ha caído en el olvido. En su mayoría esta historia se concentró en la familia imperial, pero me habría gustado ver a alguna tribu de Caledonia, una familia en el imperio Parto; por ejemplo, la manera como Lucia y ese otro personaje (guiño) fueron introducido allá en Yo, Julia fue excelente.
[Ujú, escalofríos]
Luego, están los apéndices de los libros de Santiago. Los aprendí a amar desde su primera novela: los planos de las batallas, y las representaciones de los gladiadores. Mi experiencia con esta última novela de Julia fue simpática: mientras leía intentaba seguirle la pista a la familia Severina, quería darle sentido a las edades de cada uno, los momentos y cómo se ubicaba esta dinastía dentro del marco de la historia de Roma. El resultado fue que mi recuadro del árbol genealógico está lleno de tachones, apuntes y rayones. ¡Perfecto!
Por otro lado, no hay nada que disfrute más que un libro que llame otros libros. Si uno lo piensa, un buen libro debería ser como una estafa piramidal: ¡trae contigo a 10 inversores más! Al final uno termina con pilas y pilas de libros sin leer, pero eso es parte de la relación con los libros: tsundoku, dicen en Japón a ese hábito de acumular libros. Bueno, ¿qué libros quiero tsundokear después de haber terminado éste? Me gustaría leer un repaso de la historia general de Roma, quiero algo más de Lucio Septimio Basiano Marco Aurelio Antonino Caracalla, también un poco del Periodo de la Anarquía Militar (¿más de 20 emperadores?) y, claramente también de la muy mencionada invasión de los marcomanos durante Marco Aurelio -de hecho, aparte de Meditaciones, no he leído nada de este Buen Emperador. Afortunadamente, el libro tiene una bibliografía, en la cual buscaré qué leer. Mientras lo hago, comenzaré con SPQR: Una Historia de la Roma Antigua de Mary Beard (2016, Barcelona, Crítica) aprovechando que ese libro lo tengo ya en casa.
Sin ánimo de dañar más la trama, les dejo una foto que dice mucho mientras me voy preguntando: ¿y ahora qué se viene dentro de la obra del viejo Santiago?
Bibliografía:
- Y Julia Retó a los Dioses
- Santiago Posteguillo
- Editorial Planeta
- Bogotá
- 2020
- 786 páginas (después de la nota histórica, bibliografía, glosario y demás)